Eduardo Bizkarra, nuevo cofrade de honor del chocolate
-La Cofradía de Amigos del Chocolate celebra el sábado 24 de abril la incorporación de tres miembros.
-El acto de investidura se llevará a cabo en La Misericordia, en Bilbao, y continuará en el hotel Barceló Nervión, donde la asociación tiene su sede social.
Eduardo Bizkarra, de Panaderías y Pastelerías Bizkarra, va a ser investido como uno de los tres nuevos cofrades de honor de la Cofradía de Amigos del Chocolate. La distinción se materializará este sábado 24 de abril en La Misericordia. La celebración continuará después en la sede social de la cofradía ubicada el Campo Volantín bilbaíno, en las instalaciones del hotel Barceló Nervión.
La asociación chocolatera cuenta con cerca de 200 miembros que difunden, y defienden a capa y espada, los valores y ventajas del dulce manjar que les une. Su creación coincidió en 2002 con el 500 aniversario del descubrimiento del cacao para los habitantes del Viejo Continente. En los 8 años que han pasado desde entonces estos chocolateros convencidos no han hecho más que multiplicarse en número y en actividades organizadas.
Un lugar especial
El chocolate ocupa un lugar especial en el corazón de Eduardo Bizkarra. Además de gestionar el día a día de los más de 30 establecimientos rotulados bajo el apellido familiar, Eduardo es maestro pastelero de formación y lo que es más importante, también de vocación. Y eso, sin duda, se dejan notar.
Su pasión por el chocolate no puede disimularse y unclaro ejemplo de ello es el protagonismo que tiene en la elaboración diaria del obrador de pastelería. En ella hay un espacio realmente especial para todas las delicias derivadas de cacao, por ello en sus tiendas se pueden encontrar sabrosas mezclas a base de este manjar: chocolates a la sal rosa del Himalaya, a la naranja amarga de Sevilla, al toffe, con frutos secos e incluso una variante de sabor picante.
La distinción de la Cofradía de Amigos del Chocolate es para Eduardo Bizkarra una especie de graduación oficial en asuntos de cacao, un honor que a buen seguro celebrará con alguna que otra onza.