Las trufas de Intxaursaltsa Bizkarra llegan a Alemania
Fotos cedidas por “Food Material” y “Kleine Markthalle Sülz”
Las trufas de Intxaursaltsa Bizkarra se pueden comprar en la ciudad de Colonia
El buen hacer y el sabor de origen son valores universales que tienen buena acogida en todo el mundo, por eso en Bizkarra trabajamos desde hace tiempo para dar a conocer nuestras especialidades más allá de nuestras fronteras, aliándonos con plataformas como Bask Selekt, que pretende llevar la mejor selección de productos y platos tradicionales de la gastronomía vasca a todos los rincones del planeta.
Fruto de esta colaboración, ya es posible disfrutar de nuestras trufas de Intxaursaltsa en Alemania, concretamente en la ciudad de Colonia. En un espacio y un establecimiento que está en sintonía con nosotros, donde se seleccionan productos “con alma” que el profesional pone en valor al ofrecerlo a sus clientes.
Así es “Food Material” el proyecto donde se pueden encontrar las Trufas de 
Intxaursaltsa Bizkarra, junto a una selección de productos delicatesen de la gastronomía vasca y española. Es un espacio del que se encarga Carlos Rodríguez-Santamarta, un catalán afincado en Colonia desde hace años por motivos laborales, que es un apasionado de la buena comida y del producto que tiene una historia que contar. Se encuentra dentro de su espacio “Kleine Markthalle Sülz”, una boutique gastronómica ubicada en una de las mejores zonas de Colonia, en la que todavía se respira el comercio de barrio y el cliente valora tanto la calidad de los productos como de las explicaciones que dan los tenderos sobre los mismos.
Desde hace unas semanas, las Trufas de Intxaursaltsa Bizkarra cuentan su historia a todos los coloneses y colonesas que la quiera conocer; una historia que nosotros compartimos con el mundo y que gracias a personas amantes de lo auténtico como Carlos, de “Food Material”, Igor y Fran, de Bask Selekt, puede llegar a 
todos los clientes de “Kleine Markthalle Sülz” en Colonia.
La historia de las trufas de Intxaursaltsa
Inspirándonos en la tradicional Intxaursaltsa, que materializa el carácter propio de la cultura gastronómica vasca, creamos hace más de 12 años las trufas de Intxaursaltsa, recreando un sabor ya olvidado en una nueva forma.
La intxaursaltsa ha sido un alimento habitual en las mesas vascas. Su significado literal es salsa de nueces y era el postre navideño tradicional de generaciones pasadas. Entre sus ingredientes se encontraban las nueces aplastadas, el azúcar, la leche (en algunos casos mezclada con agua) y la canela. Todo ello se cocía suavemente durante largo tiempo, hasta obtener una crema de textura consistente que se servía caliente o, al menos, tibia.
La Intxaursaltsa ha sido parte de la tradición familiar en la familia Bizkarra, ya que lo elaboraban las amamas con la receta de las anteriores 
generaciones. El interés de los Bizkarra por mantener esta tradición y adaptarla a los nuevos tiempos da como resultado una versión propia, más acorde al gusto actual pero sin perder la esencia, única y exclusiva, del postre original. Así, después de muchas pruebas se crea el turrón de Intxaursaltsa y después la trufas de Intxaursaltsa; los dulces más característicos de la filosofía innovadora de la marca.
Con estas especialidades se evoca la historia, los matices y el sabor del producto del que ha tomado el nombre, y así lo han corroborado los resultados de las catas realizadas entre las personas que conocían la Intxaursaltsa original.
Para su elaboración se parte de los ingredientes originales de la Intxaursaltsa. Se mezclan nueces trituradas con leche y azúcar, y se añade también chocolate, además del toque especial Bizkarra, que permanece en secreto. Con todo ello se realiza un praliné de nueces que se moldea y se deja reposar. Posteriormente se hace el formado de las trufas, se bañan en chocolate y se cubren de azúcar glass. Una vez realizadas se envuelven y se empaquetan en formato de lata, con una presentación muy característica.
Como todas las elaboraciones de Bizkarra, las trufas de Intxaursaltsa se elaboran íntegramente en su obrador de Usansolo (Bizkaia), únicamente con ingredientes naturales y mediante un procedimiento artesanal realizado a mano, trufa a trufa.