El viejo San Mamés convertido en tarta
Aunque así dicho parezca una auténtica bilbainada, en Bizkarra hemos reconstruido San Mamés (el de siempre) y solo hemos tardado 10 días.
Todo tiene su explicación. Hemos hecho una reconstruido el antiguo estadio, sí, pero a escala y por supuesto con forma y fondo de tarta de alta costura. La dulce creación se sirvió como postre y colofón de la celebración de los 25 años de Ángel María Villar como presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Al acto asistió el mismísimo presidente de la UEFA,junto con otros muchos invitados.
Por eso la tarta era una tarta de campeonato, ¡la catedral de las tartas!. Nada más y nada menos que 70 kilos de bizcocho, relleno y cobertura. De hecho estaba dimensionada para 300 comensales y medía casi un metro de ancho, 75 cm de fondo y 40 cm de alto.
Ya os imagináis que para llevarla tuvimos que organizar una pequeña comitiva que se desplazó hasta el restaurante donde se iba a celebrar el evento. Toda una prueba para nuestros nervios, pero llegó intacta.
La pena, que no pudimos ver la cara de los comensales cuando la vieron y la probaron, aunque nos aseguraron que les gustó mucho. No era para menos, ya que estaba elaborada con dos tipos de bizcocho y tres rellenos diferentes en distintas combinaciones. De esta forma cada grada de San Mamés sabía diferente, ¡una sorpresa en cada bocado!.
Durante estos 10 días no hemos parado de pensar en San Mamés. En cuanto recibimos el encargo, lo primero fue recopilar imágenes del campo, pero nos faltaba visualizar las proporciones por lo que finalmente se nos ocurrió pedir prestada una maqueta del campo a escala. Con este material nos pusimos manos a la obra.
Al tratarse de una tarta de unas dimensiones tan importantes era esencial que una vez terminada todo quedara en su sitio. Por eso construimos una estructura inicial, una especie de andamio interno que permitiera generar las gradas del estadio y además nos permitiera apoyar las diferentes partes del bizcocho para dar firmeza al conjunto.
A partir de ese momento nos pusimos a hornear, dar forma y colocar bizcochos como locos. Decidimos incorporar dos tipos de bizcocho para lograr los colores del equipo (red velvet y de vainilla) y completar los sabores con tres rellenos diferentes (chocolate, dulce de leche y butter cream de limón) para dar más variedad.
La tarta estaba llena de detalles. No nos olvidamos de destacar en un lado el motivo de la celebración, también estaba el césped, las líneas del campo e incluso las porterías. Y por supuesto no podía faltar, el arco, el mítico arco de San Mamés. Eso sí en madera en vez de en metal, ¡porque el arte pastelero también necesita de alguna licencia creativa!
Os lo contamos en imágenes, esperamos que os guste el resultado¡