Bizkarra
Bizkarra se define, ante todo, por su carácter propio. Es una marca familiar de tercera generación y también toda una familia marcada por una actividad: la elaboración de especialidades de panadería y pastelería. El afán por innovar les ha llevado a seguir un camino diferenciado sin renunciar a su espíritu netamente artesanal, una receta que les ha permitido crecer y evolucionar con importantes reconocimientos.
Desde que en 1957 Esteban Bizkarra abre su panadería en Usansolo (Bizkaia) hasta hoy todo ha cambiado en los obradores Bizkarra, excepto lo principal: la fidelidad al producto natural y a los procedimientos de elaboración que mantienen la esencia original de cada una de las especialidades. Esteban, su hijo Luis Mari y su nieto Eduardo han seguido coherentes con una filosofía de trabajo en la que todos los detalles cuentan; cuentan los sabores, las texturas, los ingredientes, los colores… la exigencia es muy alta.
Manteniendo estas bases, las instalaciones y los medios materiales son totalmente modernos, contando con la tecnología, las fórmulas de organización y gestión más avanzadas. Todo ello al servicio de crear especialidades originales, saludables y auténticas para llevar a la mesa. De ahí que en Bizkarra encontramos únicamente productos de alta gama, elaborados íntegramente en sus obradores de panadería y pastelería y destinados sólo a sus establecimientos.
En sus obradores se cultiva el producto de temporada. Las fiestas tradicionales, la cosecha de frutas, los nuevos hábitos y otros muchos “porqués” llenan el calendario anual con sabores de pastelería y panadería que tienen toda una historia que contar. En sus propuestas se recoge la mejor tradición pastelera y panadera de esta tierra a través de especialidades típicas y únicas del País Vasco y Bizkaia.
Como no podía ser de otro modo en una empresa de trayectoria tan larga, el espíritu innovador es el que dirige su estrategia actual. Día a día Bizkarra se reinventa a través de nuevos productos, deliciosas combinaciones de sabores y sorprendentes presentaciones, cuidando especialmente de promover en su entorno la cultura del buen pan y la buena repostería.
Libro “Al pan, pan”
El carácter propio de la marca, su historia y su evolución se expresan con detalle en las páginas del libro “Al pan, pan”, que se edita con motivo del 50 aniversario, coincidiendo con el relevo de tercera generación de Bizkarra al frente de la empresa.
Este libro concentra no solo la historia familiar sino una amplia visión de lo que ha sido la profesión en Bizkaia a lo largo del medio siglo. Su contenido está estructurado siguiendo el proceso imaginario de una vida que se cocina: los ingredientes, una antigua receta, la elaboración, el toque personal y el resultado.
Cuídate con Bizkarra
En Bizkarra la calidad está en lo que se ve y en lo que no se ve, está ligada a criterios gastronómicos y también saludables. Para ello es imprescindible aplicar las antiguas recetas, la experiencia, el conocimiento, la creatividad y el gusto por lo que se hace, todos factores necesarios en la calidad artesana. Pero hay que ir más allá, para dominar con acierto todo lo que “no se ve”. Para ello, hay un equipo de trabajo que aborda el análisis del producto, el seguimiento de la calidad, la selección de materias primas, así como la investigación de nuevos ingredientes o nuevas formas de elaboración que puedan aportar, si cabe, más propiedades a sus especialidades. Por eso es tan relevante el hecho de que todos los productos se elaboren íntegramente en sus obradores.
Entre otros elementos que se tienen en cuenta en la elaboración de sus productos, destacan:
- La ausencia de colorantes, conservantes, otros aditivos o productos mix.
- Alta calidad de las harinas. Especialmente la harina integral, elaborada a partir de todo el grano de cereal entero.
- La pureza de los chocolates, que contienen como mínimo el 50% de cacao hasta el 80%, según elaboraciones.
- El uso de mantequilla frente a sucedáneos que se enmascaran con un color amarillo artificial.
- La bollería Sin Grasas Trans. Las grasas trans son el ingrediente “oculto” en la bollería industrial, que se utiliza para aumentar la vida útil de los productos y abaratar costes. Su consumo en exceso es muy perjudicial para la salud contribuyendo a aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.