#Bokatonada… ¡viva el Bocata!
Coreando esta consigna, nos reunimos ayer en la Plaza Nueva de Bilbao los incondicionales del buen bocadillo, del buen pan y de la merienda tradicional de toda la vida.
Capitaneados por el cocinero David de Jorge y el pequeño chef Aimar San Miguel sobre el escenario, y con la ayuda del presentador Jon Gómez, más de 500 niñas y niños se reunieron en las interminables filas de mesas colocadas en el centro de la plaza, dispuestos a elaborar y degustar tres tipos de bocadillos propuestos por Robin Food para la ocasión.
En los alrededores del “cuadrilátero” gastronómico se arremolinaban las familias de los niños y mucho, mucho público atraído por un plan que prometía diversión.
El ambiente estaba caldeado desde primera hora de la tarde con el gran revuelo que despertó la presencia de ambos cocineros, que “competían” en popularidad. Saludos, autógrafos, fotos, risas…y muchas más fotos, a las que ambos se prestaron con naturalidad y simpatía.
A cada niño se le entregó un delantal distintivo de la Bokatonada, una pieza de pan Bizkarra y los ingredientes para el relleno de los bocadillos. Para comenzar el evento, todos los participantes alzaron su pan Bizkarra al grito de ¡viva el bocata!. Toda una declaración de principios.
El pan fue un destacado protagonista de la tarde y para hablar sobre él se invitó a subir a Eduardo Bizkarra al escenario para explicar que el pan estaba elaborado de forma tradicional, con masa madre, conservando todo el sabor y las propiedades del cereal.
Y después, a meterse a fondo entre pan y pan, cortando, untando y rellenando para realizar las 3 combinaciones: queso, jamón york y chorizo de Pamplona; paté con mortadela de aceitunas y Nocilla con plátano. A la vez que se iba haciendo se iba ya probando de todo, porque la tarde avanzaba y había ganas de merienda.
Una vez terminados todos los bocatas era el momento de testarlos y votar por el preferido para ser elegido bocata Robin Food, que finalmente fue el de crema de cacao con rodajas de plátano, por “goleada”. Y luego, a despachar a gusto la merienda con la familia.
La tarde dejó simpáticos momentos y muy buen sabor de boca para todos los que participamos, lo que ha sido posible gracias a la ayuda y la buena organización de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo y de Eitb.